Oratorio del siglo XVIII
5th, Sep
El Ayuntamiento de Elche, a través de la concejalía de Cultura, ha restaurado el oratorio del siglo XVIII ubicado en el Salón de Plenos, uno de los conjuntos artísticos más relevantes que se conservan en el Ayuntamiento y uno de los más antiguos de la Comunidad Valenciana.
El conjunto realizado en el año 1747 consta de un lienzo dedicado a la patrona de Elche enmarcado con un pequeño retablo dorado en pan de oro que jalona el cuadro y culminado en el ático, por el Espíritu Santo con la representación de la paloma blanca sobre una nube.
La restauradora municipal Gemma Mira, dedicó seis meses en 2021 a restaurar el retablo y aproximadamente nueve meses a restaurar el lienzo. “Según la investigación realizada a través de distintos documentos del archivo, se deduce que el retablo ha sido trasladado en dos ocasiones: inicialmente, el oratorio tenía su propia estancia, posteriormente se trasladó a la sala del Consell y finalmente, en el siglo XIX, concretamente en 1884, debió trasladarse a la ubicación donde se encuentra actualmente. En ese mismo año, se realizaron todas las reformas el Salón de Plenos, quedando tal y como se conoce en la actualidad.
La especialista ha detallado que el retablo está realizado en madera de conífera y presenta una altura de 4 metros por 2,50 de ancho. Está formado por una mesa de altar, y un pequeño retablo de un sólo cuerpo y ático o remate. Presenta una mesa de altar de madera, decorada con dibujos geométricos. Sobre la mesa, hay colocada la llamada piedra de altar, que tras la consagración por un obispo se puede oficiar misa. En ella, se sostienen la sagrada Hostia y el Cáliz.
En la parte inferior del lienzo y sobre la zona dorada se observa inciso el año de fabricación del oratorio, 1747. En el centro, se aloja el lienzo de medidas 182 x 122 centímetros, dedicado a la Virgen de la Asunción. El lienzo queda enmarcado con el retablo dorado de ornamentaciones vegetales y dibujo inciso sobre el oro. En la parte superior del cuadro, aparecen en los laterales y bajo el friso que separa del ático, dos tallas de querubines policromados con las alas realizadas con la técnica del estofado.
Gemma Mira ha asegurado que “abordar la restauración del oratorio ha sido un lujo ya que se trataba de poner en valor un conjunto emblemático y a su vez desconocido para muchos. Ha sido un proyecto muy interesante y apasionante con el que colaboramos en la salvaguarda y conservación de nuestro valioso patrimonio histórico artístico”.