Efectivamente, es una maravilla de la Naturaleza, y debemos tener la sensibilidad de saber apreciar estas formas caprichosas, para que las generaciones futuras también puedan disfrutar de los ejemplares de palmeras singulares, por su antigüedad, porte monumental o carácter emblemático debido a cualquier tradición cultural arraigada. Todavía está por por hacer un inventario de palmeras con formas singulares en Elche, que es Patrimonio de la Humanidad por su Palmeral, y tiene tesoros muy poco conocidos entre la población, como los palmerales del campo ilicitano.

Os recomiendo también los huertos de palmeras en estado salvaje, en el entorno del Parque Natural de El Hondo, como por ejemplo el señalizado como “Huerto de la Seca”, entre las pedanías de Matola y Pusol. Allí hay palmerales muy espesos, que no siguen la forma tradicional de alineación porque no fueron plantadas por los árabes para cultivar huertos en el interior de los perímetros de la cuadrícula. Además, hay muchos troncos con nidos de aves de la familia de los pájaros carpinteros. Allí hay ejemplares muy altos, y parece un auténtico bosque, con flores amarillas en la época adecuada que forman un preciosa alfombra tapizante.

Por cierto, en Elche hay un señor mayor vinculado familiarmente al presidente de la Cámara Agraria de Labradores (Antonio Valero), que lleva toda su vida recopilando los ejemplares de interés en sus fotografías, y en la última edición de la Fireta del Camp d’Elx, tuvo varias expuestas en una carpa.